Este templo ubicado en Antequera fue construido por Gonzalo Yáñez.
Perteneció a los Carmelitas Descalzos hasta 1859, desde entonces pasó a ser ocupado por las monjas clarisas. En la actualizad residen como monjas de clausura, elaborando mantecados y dulces en general, así como realizando tareas artesanales.
Su fachada está compuesta por piedra y ladrillo. En el interior; cuenta con una planta de cruz latina, dos capillas laterales conectadas entre sí y una gran cúpula.
La gran riqueza destaca, en la decoración del interior de yeserías barrocas con tonos azules. En el ábside podemos encontrar cuatro imágenes de gran interés: San Miguel Ángel Arcángel, Santa Clara, San juan de la Cruz y San Bruno, colocados en estantes.